
Se mantienen campañas de concientización en Puerto Vallarta, en las que se pide no tener temor ante estos animales, ya que la probabilidad de un ataque es muy baja
Ver un cocodrilo puede causar miedo, pero especialistas señalan que la probabilidad de que representen un peligro real para las personas es extremadamente baja.
De hecho, es mucho más probable sufrir un accidente automovilístico o tener complicaciones por picaduras de insectos como abejas o mosquitos que por un encuentro con estos reptiles.
Los pocos incidentes suelen ocurrir cuando las personas invaden sus hábitats naturales, como manglares o esteros, o al realizar actividades prohibidas como nadar o pescar en zonas señaladas como peligrosas. También influyen los casos en los que los cocodrilos se acostumbran a la interacción humana, lo que modifica su comportamiento natural.
La recomendación de las autoridades ambientales es clara: respetar el espacio de los cocodrilos y convivir con responsabilidad. Reconocer la importancia de estos animales en el equilibrio ecológico y evitar conductas de riesgo son las claves para prevenir incidentes y mantener una relación armónica con la vida silvestre.


