Durante el invierno aumentan las consultas por resequedad, enrojecimiento y brotes de enfermedades cutáneas
Ante el descenso de temperaturas por la temporada invernal, la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), a través del Instituto Dermatológico de Jalisco “José Barba Rubio”, informó que durante estos meses se registra un incremento en la atención de padecimientos cutáneos asociados al clima frío.
El Instituto informa que en esta época aumentan las consultas por resequedad, grietas, enrojecimiento y brotes de enfermedades cutáneas asociadas al clima como la dermatitis atópica, por lo que se recomienda a la población, en especial a infantes, personas adultas mayores y pacientes con padecimientos dermatológicos previos, a extremar precauciones.
Georgina Sierra Silva, Subdirectora Médica del Instituto Dermatológico de Jalisco “José Barba Rubio”, explica que ante las bajas temperaturas y el uso frecuente de agua caliente se favorece la pérdida de la barrera natural de la piel, lo que puede generar irritación, comezón y lesiones.
Entre las principales afectaciones que se presentan son exacerbación de la dermatitis atópica, sequedad severa de la piel, particularmente en personas mayores, lo cual se manifiesta con comezón intensa y puede provocar heridas por rascado, complicándose en ocasiones con infecciones.
El Instituto Dermatológico de Jalisco recomienda hidratar la piel diariamente, mediante el uso de cremas ricas en ceramidas, urea o ácidos grasos esenciales, así como evitar baños prolongados con agua muy caliente.
También se sugiere proteger los labios con bálsamos, utilizar ropa de algodón o fibras suaves y evitar cambios bruscos de temperatura.
Se destaca la importancia de utilizar protector solar todos los días, incluso en días nublados, y mantener una hidratación adecuada, tomando suficiente agua durante el día.
En caso de presentar enrojecimiento persistente, comezón intensa o lesiones visibles, se recomienda no automedicarse y acudir al especialista para atención especializada en caso de molestias persistentes
Se exhorta que ante cualquier alteración cutánea que no mejore con cuidados básicos debe ser valorada por personal médico especializado, a fin de prevenir complicaciones, sobreinfecciones o agravamientos de enfermedades crónicas como dermatitis atópica, psoriasis o rosácea.
