El aire en el salón de sesiones del Congreso de la Ciudad de México, que debía respirar el orden y la deliberación democrática, se convirtió en un torbellino de ira, empujones y vergüenza pública el día en que la discusión de un dictamen trascendental terminó en un enfrentamiento físico que dejó al país preguntándose: ¿qué bajo ha caído el nivel parlamentario?
¿Y TODO PARA QUÉ?
Todo comenzó con el punto central de la jornada: el dictamen que contempla la desaparición del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales de la capital. Un tema que, por su naturaleza sensible, requería de debates serios, argumentos fundamentados y un diálogo constructivo entre las fuerzas políticas representadas. Pero lo que se vivió fue todo lo contrario: un escenario de caos que nadie esperaba ver en un recinto que debería ser ejemplo de la democracia en funcionamiento.
PAN vs MORENA
La chispa que detonó el conflicto saltó cuando las bancadas del PAN, en desacuerdo con la forma en que la mayoría de Morena pretendía abordar el tema, tomaron la tribuna para frenar la discusión. Sus diputados y diputadas acusaron que la fracción ganadora intentaba modificar acuerdos previamente establecidos sobre la conformación del nuevo órgano de transparencia que reemplazaría al instituto en cuestión. En el centro de esa protesta, la diputada panista Daniela Álvarez se alzó con voz firme y declaró: “No nos vamos a mover”, mientras sus compañeros la rodeaban, formando un muro humano que impedía que la sesión continuara su curso normal.
GRITOS Y SOMBRERAZOS
Lo que siguió fue una escalada de tensión que se descontroló en cuestión de minutos. Los gritos se hicieron más fuertes, se escucharon insultos cruzados y pronto los argumentos verbales dieron paso a la violencia física. Hubo empujones entre legisladores de ambas fuerzas, jaloneos de ropa y, finalmente, golpes que se intercambiaron en medio de la confusión general. Los asistentes al recinto, entre ellos periodistas y personal del Congreso, observaban con incredulidad el espectáculo, mientras algunas personas intentaban separar a los contendientes sin lograrlo.
LA VERGÜENZA NACIONAL
Incluso la Mesa Directiva, el núcleo de la autoridad parlamentaria, no se salió de la confrontación. Imágenes difundidas posteriormente mostraron forcejeos entre diputadas de Morena y del PAN en ese espacio sagrado, con jalones de cabello que dejaron al descubierto la brutalidad de la situación. En medio de ese altercado, la diputada Claudia Pérez resultó lesionada; tuvo que ser atendida de inmediato por el personal médico del recinto, que la asistió dentro del propio salón de sesiones antes de evaluar si requería atención hospitalaria.
LA MESA DIRECTIVA
La situación se volvió tan incontrolable que la Mesa Directiva tuvo que tomar la decisión de decretar un receso inmediato, suspendiendo todos los trabajos legislativos. En las horas siguientes, se informó que las autoridades parlamentarias estaban analizando la posibilidad de trasladar la sesión a una sede alterna para retomar la discusión del dictamen, aunque la sensación general era de que el daño ya estaba hecho: más allá de los desacuerdos políticos, lo que se había visto era un fracaso de la cultura democrática, un ejemplo de cómo la pasión partidaria puede superar el respeto por las instituciones y por los compañeros de trabajo.
LA PERDIDA DE CIVISMO
El escenario del Congreso de la CDMX ese día fue un reflejo de un problema más amplio: la pérdida de civismo en la política, la falta de capacidad para debatir con respeto y la tendencia a recurrir a la violencia como forma de resolver diferencias. Los ciudadanos, que eligen a sus representantes para que defiendan sus intereses con palabras y argumentos, se encontraron frente a un espectáculo que les provocó pena ajena y preocupación por el futuro de la democracia en el país. Las víboras, como se han llegado a llamar a veces a los políticos en su peor versión, estaban a la vista, y su veneno había contaminado el espacio donde debería florecer la libertad de expresión y la toma de decisiones en beneficio de todos.
