Es verdaderamente lamentable el comportamiento de algunos miembros de la Guardia Nacional, quienes demostraron no solo falta de pericia al conducir sus patrullas, sino también una actitud prepotente hacia los medios de comunicación presentes en la escena.
HACEMOS NUESTRO TRABAJO
Los reporteros de diversos medios, incluyendo Reporteros Diario, Noticieros Televisa, Tribuna de la Bahía y NoticiasPV, se encontraban cubriendo un suceso informativo cuando se convirtieron en blanco de agresiones por parte de aquellos cuya labor es mantener el orden.
Inicialmente, la situación transcurría con relativa calma. Los reporteros realizaban su trabajo, recabando información sobre un accidente en el que, durante la persecución de una motocicleta, una patrulla de la Guardia Nacional perdió el control y volcó.
SABEMOS RESPETAR
Como es sabido, los periodistas deben respetar los protocolos y no traspasar el área delimitada por la cinta amarilla que las autoridades deben colocar en la zona de acción policial. Sin embargo, en esta ocasión, el área no fue debidamente delimitada, lo que llevó a los reporteros a realizar su labor informativa y transmisiones en vivo desde el lugar.
Lo que comenzó como un accidente más, pronto escaló cuando la Guardia Nacional intentó obstruir la labor periodística. Los agentes confrontaron a los reporteros, quienes simplemente ejercían su derecho a la libertad de expresión e información.
LA “LICENCIA”
En los hechos ocurridos en Fluvial Vallarta, los agentes indicaron a los reporteros que «no podían grabar» y, aún más sorprendente, exigieron a Guadalupe Arce Villaseñor una «licencia» para ejercer el periodismo, un requisito inexistente en la legislación vigente.
DELICADO
Además, obligaron a Lupillo, de Tribuna de la Bahía, a identificarse con su credencial del INE, exponiéndolo a proporcionar información sensible. Todo esto por informar sobre el accidente.
RED PERIODÍSTICA
Afortunadamente, la Red Periodística, dirigida por Miguel Ángel Ocaña Reyes, respondió de inmediato, expresando su enérgica postura ante lo sucedido y brindando apoyo tanto a Pillo Arce como a César Langarica, quienes fueron objeto de intimidación.
NO SOMOS SUS ENEMIGOS
Quienes ejercemos la labor de informar no somos enemigos de las fuerzas del orden; simplemente reportamos hechos y datos objetivos. Si no desean ser exhibidos, un curso de manejo y, sobre todo, de buenos modales con la ciudadanía en general, no les vendría mal. Reitero, no somos sus enemigos.
