
El joven vallartense decidió salir del MC, debido a la falta de oportunidades para los nuevos prospectos
La salida de Gabriel Padilla de Movimiento Ciudadano confirma lo que muchos en Puerto Vallarta ya advertían: dentro del partido naranja no hay espacio para los nuevos cuadros políticos.
Tras seis años de militancia, el empresario vallartense decidió anunciar su retiro de ese instituto, argumentando que las oportunidades están limitadas y que no existe voluntad de abrir camino a quienes representan una visión fresca y necesaria para la ciudad.
El propio Padilla reconoció que su paso por el partido le permitió crecer en lo personal y en lo político, pero también fue claro al señalar que las decisiones internas se concentran en los mismos personajes de siempre.
El hecho de que no se le tomara en cuenta para encabezar el proyecto en Puerto Vallarta, pese a su trabajo y cercanía con la ciudadanía, refleja una dirigencia más interesada en reciclar candidatos que en renovar la política local.
El trasfondo de esta decisión también deja ver la falta de lectura política en Movimiento Ciudadano. Padilla, quien impulsa la eventual candidatura de Juan Calderón rumbo al 2027, había trabajado en la construcción de un proyecto con base social y orientado a los nuevos liderazgos. Sin embargo, en lugar de fortalecerlo, el partido decidió cerrarle la puerta, perdiendo la oportunidad de sumar a un perfil con arraigo y trabajo en la región.
Hoy se especula que el joven empresario podría encontrar cobijo en otro instituto político, como el Partido Verde, aunque esto aún no se confirma.
Lo cierto es que Movimiento Ciudadano vuelve a evidenciar su resistencia al cambio, apostando por quienes ya han demostrado que no garantizan victorias. La política en Puerto Vallarta exige renovación y compromiso, y la salida de Gabriel Padilla es un recordatorio de que cuando no hay apertura interna, los liderazgos emergentes buscarán otros espacios donde su trabajo sí tenga cabida.